Los alineadores se ajustan perfectamente a la silueta de los dientes, como un lente de contacto al ojo, con lo que se consiguen movimientos perfectos para la corrección. Con Invisalign® la fonación no se ve afectada, ya que los alineadores no invaden el espacio oral ni lastiman los tejidos blandos. Se pueden quitar unas horas al día, lo que lo convierte en un tratamiento libre de estrés, sin crear limitaciones. Así, permite cepillarse bien y pasar el hilo dental, lo que garantiza una correcta higiene bucal y un aliento fresco.
Invisalign® no duele, los movimientos son medidos y específicos para cada objetivo, ya que se planificaron en el estudio en 3D, lo que lo transforma en biológico.
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